martes, 30 de julio de 2024

Al universo le vale madres lo que piensas.

En Enero de 2014 escribí  "Aunque las mentiras parecen verdades..."
en esa nota me metí contra el pensamiento positivo que me rompe bastante las pelotas desde hace mucho tiempo. 
El pensamiento positivo es presentado como algo natural y sano, algo a lo que deberíamos aspirar. Y ya sabemos que cuando algo es natural no se cuestiona. Pero nuestro trabajo es cuestionarlo todo, sacar las capas de verdades a medias, o de mentiras lisas y llanas, y ver qué hay abajo, y ver a quienes conviene que las cosas sean como son y no sean de otra forma. 
El pensamiento positivo nació en los Estados Unidos claro, de la mano de la religión con origen en el luteranismo, después se traslado al área de la salud donde aún hoy se sigue usando y así es que muchos pacientes con enfermedades terminales, son entrenados para pensar positivo y cultivar la esperanza , ya que dicen "el buen humor y la esperanza curan". Muchas veces se les niega la posibilidad de transitar con dignidad la angustia que si es natural ante lo inevitable. 
Pero también el pensamiento positivo se mudó al mundo de las empresas y los negocios donde abundan los "coach" que también entrenan al personal para crear ambientes laborales con el mínimo de fricción, desperzonalizados, sin reclamos ni conflictos, personal pro-activo le dicen, dispuestos a ponerse la camiseta de la compañía y también entrenan a los despedidos los desocupados para que vean su situación como una oportunidad para mejorar y nunca pero nunca cuestionen los condicionantes socio económicos de su situación.
Todo pum para arriba, pero esto de  natural no tiene nada, el pensamiento positivo es ideológico y favorece al capital, al mundo liso de los mercados donde los flujos económicos se deslizan sin las molestas interrupciones del factor humano. 
Tenía la idea y me molestaba como una piedra en el zapato pero este año le pude dar un marco teórico con dos libros muy interesantes sobre le tema:
 "Sonríe o muere
La trampa del pensamiento positivo" de 
Barbara Ehrenreich. y 
 "Hasta los cojones del pensamiento positivo" del sicólogo español Buenaventura del Charco Olea.
De los dos voy a compartir algunas ideas en estos días.
Julio 2024

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