Un proverbio árabe antiguo dice: “Quien es
incapaz de entender una mirada, también será incapaz de entender una larga
explicación”.Aun así voy a hacer el intento con la larga
explicación de porque no como carne y porque creo que deberia dejar de consumirse la carne como base de la alimentacion humana. 
¿Podemos ser indiferentes al sufrimiento de los animales y aun asi ser sensibles al dolor humano?¿Podemos llamarnos piadosos, o cristianos? ¿Podemos alegar que amamos la vida.? Amar a un hijo es facil, amar a la madre al padre, a la novia esos son amores comunes. Lo dificil es amar al "otro" al distinto, al que nos enseñan que es peligroso, hacer del otro mi hermano, sentir que lo que le pasa tambien me pasa a mi, no querer nada para mi que no haya para todos, y llendo un paso mas alla amar a todo lo vivo, a los animales, a los arboles, a la tierra de la que somos parte.
Todos tenemos o tuvimos alguna vez una mascota, generalmente un perro, un gato o alguna otra no tan común. Y sabemos por lo tanto el lugar que los animales ocupan en nuestras vidas, es normal oír que son miembros de la familia, algunos incluso los personificamos demasiado y hasta les hablamos, a estos animales les damos todo lo que pueden necesitar e incluso creemos mimarlos comprandoles accesorios inútiles, que el mercado ofrece. Los criamos desde cachorros, los consentimos, jugamos con ellos, les damos de comer y los bañamos incluso hay quienes dejan a sus perros o gatos dormir en sus propias camas. Tendriamos que preguntarnos si seriamos capaces de comernos a nuestro perro, o a nuestro gato mascota.
La vida es un fin en si mismo. Y los animales, todos ellos incluyendo al ser humano son sujetos de una vida. En el caso de los animales, la vida es lo único que tienen, por tanto quitárselas me parece criminal y ademas inmoral.
Diez billones de animales faenados para consumo humano al año en los Estados Unidos solamente, once millones de vacunos al año en Argentina cantidad que en aumenta cada año. Faenados es una forma presentable de decir lo que se hace de la muerte y de la vida entera de los pobres animales de consumo.
Lo que dura su vida es una tortura permanente, su encierro, la alimentación, los tratamientos, los traslados y finalmente la matanza de la cual ninguno de nosotros quiere saber nada, porque cuando se sabe, cuando uno tiene conciencia no puede seguir igual, si uno sigue igual y a conciencia, simplemente es cómplice.
Diez billones de cuellos cortados, de seres vivos desangrándose poco a poco, ahogándose en su propia sangre, abiertos eviscerados algunas veces estando aun vivos, desollados y desplumados según el caso. Y después cualquier ciudadano bien intencionado se horrorizara al enterarse del algún culto africanista que sacrifica una cabra o un gallo en sus rituales, lo cual también es inadmisible. Pero son los mismos ciudadanos que no tienen ningún reparo en comprar carnes en la góndola del supermercado, o en las carnicerías.
En las gondolas los cortes llegan a los clientes en empaques envasados, sellados, bandejitas bastante asépticas que absorben la sangre que aun puede escapar de la carne, el consumidor se va a su casa contento y sin culpa casi creyendo que eso crece en los árboles. En las carnicerías las cosas no son tan amables, la escenografia es mas cruda, mas brutal, podemos incluso encontrarnos con la media res colgando de una pata en un gancho, hay sangre, hay huesos, en fin el vasto comercio de la muerte de los animales.
¿Como llegamos a esto? ¿Cual es la diferencia entre un perro mascota, y un ternero o un lechón, o un cordero? ¿Como fue que lograron que todo mundo este de acuerdo en que los animales están para ser comidos, que son cosas que no sienten, que casi quieren que los comamos?
Las más terribles contradicciones estan a la vista en los escaparates de una carnicería, donde casi siempre se ven fotos de ganado pastando feliz por los campos. Mentira.
La sociedad es una mentira, fundada sobre
varias mentiras más. Y esto es una evidencia de lo mentirosa que puede ser. En
la carnicería y las góndolas de la carne deberían poner fotos de los mataderos,
de las canaletas por donde corre la sangre, de los cuchillos de los matarifes,
fotos del empleado del mes del matadero, el que se destaca en el arte de
degollar, o despanzurrar animales indefensos. Y por supuesto las fotos de los
que están atrás del negocio, aquellos a los que la sangre y la bosta de los
animales que se cagan de miedo, nunca les va a manchar los zapatos. Los señores
que solamente manejan costos y beneficios, informes y memorandums.
¿Cómo fue que llegamos a esto?
Las culturas que occidente desprecia por su supuesto atraso valoran la vida, toda vida es sagrada en India, en Tibet. En el Budismo, el Jainismo y el Hinduismo el principio de no violencia hacia la vida se conoce como Ahimsa y rige los comportamientos cotidianos de la gente comun, no es un desideratum desconectado de la realidad. Como si lo son los derechos de los animales firmados por la ONU y la UNESCO.
El derecho natural o derecho de nacimiento le es inherente a cada ser vivo.
En occidente en cambio llevamos la industrialización a todos los aspectos de nuestra existencia, si tenemos una educación industrializada, salud industrializada, trabajo y ocio igualmente industrializados, guerras industrializadas, como no íbamos a industrializar la muerte de nuestros alimentos. Sin culpas, simplemente se hace porque se puede hacer, tenemos los medios técnicos para matar diez billones de animales al año y lo hacemos. La sintesis de la razón utilitaria que esta destruyendo al mundo. No paramos a pensar en alternativas, no cuestionamos si esto o aquello es bueno, mejor o peor, hoy y en el largo plazo..jpg)
Toda esa cantidad de sufrimiento de los
sacrificados debe cargarse en alguna parte, tampoco nos preguntamos donde va
toda esa energía negativa. ¿No será que se la están comiendo los que comen la
carne?.
Toda esta cantidad de sufrimiento para que los niños obesos de la sociedad de consumo tengan su hamburguesa junto a la cajita feliz de Mc.Donalds. El asado del fin de semana, las patitas de pollo rebozadas.
No lo necesitamos. Podemos vivir perfectamente sin comer animales, ellos en cambio si necesitan sus cuerpos para vivir.
Esto tiene que terminar. Llegara el día en que las personas se avergüencen de comer un asado como hoy sentimos vergüenza de los que en su tiempo cazaban hombres en Africa para venderlos como esclavos.
Poco importa que los que hayan hecho fortuna con el tráfico de esclavos se arrepientan, que la reina de holanda, o la familia real británica sigan disfrutando las ganancias que les dejaron los barcos llenos de hombres y mujeres, arrancados de su tierra, sus costumbres y sus familias, para ser tratados como cosas. Lo importante fue acabar de raiz la injusticia de la esclavitud.
Justamente ser tratados como cosas es lo que les pasa a los animales llamados de consumo. Los proteccionistas llaman a esto especismo y es la discriminacion que hacemos cuando nos llenamos de ternura frente a un panda o un caniche toy, e inmediatamente al ver una vaca pensamos en costeletas, en lomitos, etc. Los pobres animales no pueden salir del estatus de cosas, y las cosas tienen dueños, la propiedad en la sociedad capitalista es el santo grial intocable.
Se dice que los animales no tienen razonamiento ni conciencia. Vuelvo al comienzo de este artículo, e insisto quien haya tenido una relación directa con un animal, sabe que el animal siente alegría, tristeza, dolor, miedo, ansiedad, afecto. Por otro lado algunos enfermos mentales tampoco tienen claridad de razonamiento, otros tampoco tienen moral o diferenciación entre el bien y el mal, tampoco los bebes humanos son racionales. ¿A alguien podría ocurrírsele que nos comamos a esos humanos sin razonamiento?
Al mundo no le hace falta ni un poquito mas de sufrimiento de ningún animal incluido el hombre. Deberíamos asegurarnos que los mas débiles sean ataviados de derechos, aun cuando no puedan razonar sobre ellos, ni reclamarlos por si mismos, y aun cuando no pudieran como es el caso de los animales cargarse de deberes equivalentes, ni cumplirlos. Simplemente seria para protegerlos de los abusos de los mas fuertes.
Esa si que seria una demostración de supremacía humana fundada en la bondad y la compasión y no, como hasta ahora, en la fuerza y la crueldad.
¿Podemos ser indiferentes al sufrimiento de los animales y aun asi ser sensibles al dolor humano?¿Podemos llamarnos piadosos, o cristianos? ¿Podemos alegar que amamos la vida.? Amar a un hijo es facil, amar a la madre al padre, a la novia esos son amores comunes. Lo dificil es amar al "otro" al distinto, al que nos enseñan que es peligroso, hacer del otro mi hermano, sentir que lo que le pasa tambien me pasa a mi, no querer nada para mi que no haya para todos, y llendo un paso mas alla amar a todo lo vivo, a los animales, a los arboles, a la tierra de la que somos parte.Todos tenemos o tuvimos alguna vez una mascota, generalmente un perro, un gato o alguna otra no tan común. Y sabemos por lo tanto el lugar que los animales ocupan en nuestras vidas, es normal oír que son miembros de la familia, algunos incluso los personificamos demasiado y hasta les hablamos, a estos animales les damos todo lo que pueden necesitar e incluso creemos mimarlos comprandoles accesorios inútiles, que el mercado ofrece. Los criamos desde cachorros, los consentimos, jugamos con ellos, les damos de comer y los bañamos incluso hay quienes dejan a sus perros o gatos dormir en sus propias camas. Tendriamos que preguntarnos si seriamos capaces de comernos a nuestro perro, o a nuestro gato mascota.
La vida es un fin en si mismo. Y los animales, todos ellos incluyendo al ser humano son sujetos de una vida. En el caso de los animales, la vida es lo único que tienen, por tanto quitárselas me parece criminal y ademas inmoral.
Diez billones de animales faenados para consumo humano al año en los Estados Unidos solamente, once millones de vacunos al año en Argentina cantidad que en aumenta cada año. Faenados es una forma presentable de decir lo que se hace de la muerte y de la vida entera de los pobres animales de consumo.
Lo que dura su vida es una tortura permanente, su encierro, la alimentación, los tratamientos, los traslados y finalmente la matanza de la cual ninguno de nosotros quiere saber nada, porque cuando se sabe, cuando uno tiene conciencia no puede seguir igual, si uno sigue igual y a conciencia, simplemente es cómplice.
Diez billones de cuellos cortados, de seres vivos desangrándose poco a poco, ahogándose en su propia sangre, abiertos eviscerados algunas veces estando aun vivos, desollados y desplumados según el caso. Y después cualquier ciudadano bien intencionado se horrorizara al enterarse del algún culto africanista que sacrifica una cabra o un gallo en sus rituales, lo cual también es inadmisible. Pero son los mismos ciudadanos que no tienen ningún reparo en comprar carnes en la góndola del supermercado, o en las carnicerías.
En las gondolas los cortes llegan a los clientes en empaques envasados, sellados, bandejitas bastante asépticas que absorben la sangre que aun puede escapar de la carne, el consumidor se va a su casa contento y sin culpa casi creyendo que eso crece en los árboles. En las carnicerías las cosas no son tan amables, la escenografia es mas cruda, mas brutal, podemos incluso encontrarnos con la media res colgando de una pata en un gancho, hay sangre, hay huesos, en fin el vasto comercio de la muerte de los animales.
¿Como llegamos a esto? ¿Cual es la diferencia entre un perro mascota, y un ternero o un lechón, o un cordero? ¿Como fue que lograron que todo mundo este de acuerdo en que los animales están para ser comidos, que son cosas que no sienten, que casi quieren que los comamos?
Las más terribles contradicciones estan a la vista en los escaparates de una carnicería, donde casi siempre se ven fotos de ganado pastando feliz por los campos. Mentira.
La sociedad es una mentira, fundada sobre
varias mentiras más. Y esto es una evidencia de lo mentirosa que puede ser. En
la carnicería y las góndolas de la carne deberían poner fotos de los mataderos,
de las canaletas por donde corre la sangre, de los cuchillos de los matarifes,
fotos del empleado del mes del matadero, el que se destaca en el arte de
degollar, o despanzurrar animales indefensos. Y por supuesto las fotos de los
que están atrás del negocio, aquellos a los que la sangre y la bosta de los
animales que se cagan de miedo, nunca les va a manchar los zapatos. Los señores
que solamente manejan costos y beneficios, informes y memorandums.¿Cómo fue que llegamos a esto? Las culturas que occidente desprecia por su supuesto atraso valoran la vida, toda vida es sagrada en India, en Tibet. En el Budismo, el Jainismo y el Hinduismo el principio de no violencia hacia la vida se conoce como Ahimsa y rige los comportamientos cotidianos de la gente comun, no es un desideratum desconectado de la realidad. Como si lo son los derechos de los animales firmados por la ONU y la UNESCO.
El derecho natural o derecho de nacimiento le es inherente a cada ser vivo.
En occidente en cambio llevamos la industrialización a todos los aspectos de nuestra existencia, si tenemos una educación industrializada, salud industrializada, trabajo y ocio igualmente industrializados, guerras industrializadas, como no íbamos a industrializar la muerte de nuestros alimentos. Sin culpas, simplemente se hace porque se puede hacer, tenemos los medios técnicos para matar diez billones de animales al año y lo hacemos. La sintesis de la razón utilitaria que esta destruyendo al mundo. No paramos a pensar en alternativas, no cuestionamos si esto o aquello es bueno, mejor o peor, hoy y en el largo plazo.
Toda esa cantidad de sufrimiento de los
sacrificados debe cargarse en alguna parte, tampoco nos preguntamos donde va
toda esa energía negativa. ¿No será que se la están comiendo los que comen la
carne?.Toda esta cantidad de sufrimiento para que los niños obesos de la sociedad de consumo tengan su hamburguesa junto a la cajita feliz de Mc.Donalds. El asado del fin de semana, las patitas de pollo rebozadas.
No lo necesitamos. Podemos vivir perfectamente sin comer animales, ellos en cambio si necesitan sus cuerpos para vivir.
Esto tiene que terminar. Llegara el día en que las personas se avergüencen de comer un asado como hoy sentimos vergüenza de los que en su tiempo cazaban hombres en Africa para venderlos como esclavos.
Poco importa que los que hayan hecho fortuna con el tráfico de esclavos se arrepientan, que la reina de holanda, o la familia real británica sigan disfrutando las ganancias que les dejaron los barcos llenos de hombres y mujeres, arrancados de su tierra, sus costumbres y sus familias, para ser tratados como cosas. Lo importante fue acabar de raiz la injusticia de la esclavitud.
Justamente ser tratados como cosas es lo que les pasa a los animales llamados de consumo. Los proteccionistas llaman a esto especismo y es la discriminacion que hacemos cuando nos llenamos de ternura frente a un panda o un caniche toy, e inmediatamente al ver una vaca pensamos en costeletas, en lomitos, etc. Los pobres animales no pueden salir del estatus de cosas, y las cosas tienen dueños, la propiedad en la sociedad capitalista es el santo grial intocable.
Se dice que los animales no tienen razonamiento ni conciencia. Vuelvo al comienzo de este artículo, e insisto quien haya tenido una relación directa con un animal, sabe que el animal siente alegría, tristeza, dolor, miedo, ansiedad, afecto. Por otro lado algunos enfermos mentales tampoco tienen claridad de razonamiento, otros tampoco tienen moral o diferenciación entre el bien y el mal, tampoco los bebes humanos son racionales. ¿A alguien podría ocurrírsele que nos comamos a esos humanos sin razonamiento?
Al mundo no le hace falta ni un poquito mas de sufrimiento de ningún animal incluido el hombre. Deberíamos asegurarnos que los mas débiles sean ataviados de derechos, aun cuando no puedan razonar sobre ellos, ni reclamarlos por si mismos, y aun cuando no pudieran como es el caso de los animales cargarse de deberes equivalentes, ni cumplirlos. Simplemente seria para protegerlos de los abusos de los mas fuertes.
Esa si que seria una demostración de supremacía humana fundada en la bondad y la compasión y no, como hasta ahora, en la fuerza y la crueldad.
