Mi abuela decía que
las mentiras tienen las patas cortas. Perón
supo decir que se puede contar una
mentira, pero que no se puede “hacer” una
mentira.
El reloj marca las
horas que pasan, el tiempo es el verdugo para esta mentira llamada Macri. Cada día
que pasa esta un día más cerca de su caída.
El asunto realmente
importante es lo que vamos a hacer nosotros. Lamentablemente la caída de la
derecha, no nos va a ser gratuita, ellos han ocupado el estado para hacer sus
negocios y cuando abandonen van a dejar tierra arrasada, ya lo hemos visto en
los noventa, en el desenlace de 2001. No hace falta haber hecho posgrados en economía
para saberlo, lo sabemos por experiencia, ya lo vimos una y otra vez, esta no
va a ser muy distinta. Digo que han actuado como una fuerza de ocupación porque este no es un proyecto político, por más que hayan llegado legítimamente, votados
por cierto número suficiente de ciudadanos, con las motivaciones e influencias más
o menos cuestionables -no importa- pero no es un proyecto, es un grupo, un
conjunto de técnicos, de gerentes, de empresarios y amigotes juntados por la afinidad de intereses que han conformado
esta asociación temporaria para ocupar el poder. Y como no tienen proyecto ni
ideología ni nada que puedan mostrar a la sociedad, toda su gestión se presenta
sobre una sola pata, que es la lucha contra la corrupción, Lázaro Báez, meter
presa a Cristina en fin el circo mediático-judicial
para la tribuna. Como los romanos pan y circo solo que sin el pan.
¿Cuanto tiempo se
puede sostener una administración nacional con nada más que eso? Con los
gerentes aportados por las corporaciones, los cargos aportados por el
radicalismo que nunca ha podido gobernar ni una sociedad de fomento. ¿Cuanto
tiempo?
Muchos ya estan abandonando el barco, los confundidos, los que lo votaron por odio o resentimiento con el gobierno anterior o por ignorancia, los que anuncian que no lo votaron como carta de presentacion, los que dicen que lo votaron pero no apoyan su gestion.
Los que quieran
seguir paveando son libres de hacerlo ya viene el show del baile por las noches,o pueden seguir la novela de esta
cruzada de Macri contra la corrupción buscando las cuevas del tesoro, buscando ver a C.F.K. presa, no porque haya cometido algún delito, sino porque le tienen miedo,
terrible miedo, y más aun después que se presento a los tribunales en Abril,
acompañada, por trescientos mil, doscientos mil o cuantos quieran decir que
fueron. Se presento Cristina y empezó a poner en orden el tablero, puso los
alfiles del poder judicial detrás de los escritorios a abrochar papeles, porque
todos somos iguales ante dios y ante la ley (SIC) pero en política los cuatro
de copas son cuatro de copas, y Cristina para sorpresa de muchos (no de quien
escribe) sigue siendo un As de espada. La única que llegado el momento va a
poder sacar las papas del fuego.
Como dice Sartre lo
importante no es lo que nos han hecho sino lo que nosotros vamos a hacer con lo
que hicieron de nosotros. Ahí creo que está la clave del tiempo que viene
acercándose.
A ver
si nos entendemos. Yo no quiero que a Mauricio Macri le vaya bien. Yo quiero
que Macri no pueda aplicar ni la mitad de las políticas neoliberales que tienen
en agenda, que se lo impidamos una por una. Quiero que se vuelva a su casa
frustrado por no poder imponerse a un pueblo que se resiste. Y después que
dedique su vejez a ir a un sicólogo, si quiere no me importa.
Yo no
quiero que a Macri le vaya bien porque eso significaria que a nosotros, al
noventa por ciento de los argentinos nos tiene que ir muy mal.
Acá el
odio a los K, como el odio a Perón y a Evita, no se trato nunca de que Cristina
habla mucho o levanta el dedo índice cuando habla, o si Máximo no trabaja, nunca se
trato de eso, acá se trata del reparto de la riqueza, un tema universal de
todos los tiempos. Y este gobierno ha venido a revertir el reparto de la
riqueza.
Han
venido con sus “buenos modales” de universitarios a pervertir el lenguaje, lo
que antes ellos mismos llamaban despectivamente el relato. Nos vinieron a
relatar que necesitamos urgentemente un “sinceramiento” de la economía, como si
fuese un hecho de la naturaleza. Lo mismo que hizo el neoliberalismo en el
mundo en los últimos cincuenta años, antes existía el concepto de injusticia
ante la pobreza y el hambre en el mundo, ellos lograron que ahora esos males se
vean como algo natural, como si fuese la voluntad divina o la naturaleza poco
laboriosa de los pueblos de África o de América Latina la causa de que estén
sumergidos en la miseria. Nada tendria que ver según este enfoque la
explotación de cientos de años que permitió la acumulación original del capital
en los países del norte.
Eso es
un relato.
Sinceramiento
las pelotas. Son políticas. Y ahí está la diferencia que separa a este gobierno
del anterior y es una diferencia fundamental, de fundamento, desde abajo, desde
la raíz, pensamos distinto desde los cimientos, a partir de ahí no podemos
ponernos de acuerdo en nada. Lo mismo le
paso a Perón, por eso le bombardearon la plaza de Mayo, lo sacaron, lo
prohibieron por diez y ocho años, te llevaban preso por decir “viva perón”, de esa diferencia viene el odio que explica
todo. Sinceramiento no, Mentiras.
Vienen
a reducir salarios y a disciplinar a los trabajadores, con el cuento viejo de
la competitividad. Más mentiras. La industria argentina no puede competir con
nadie hay que decirlo y ellos lo saben, la industria nacional es ochenta por
ciento mercado interno, entonces cuidar el mercado interno seria sicerarse.
¿Con quien quieren hacernos competitivos, con China, con el sudeste asiático,
con quien? Mentira de las mentiras.
Otra
mentira es la teoría del derrame, que van a llegar las inversiones, que a los agroexportadores
les eliminaron impuestos y ahora les sobra plata que van a reinvertir en el
país y de arriba hacia abajo va a derramar, nos van a llover dólares. Mentira.
Nunca sucedió ni va a pasar jamás. Ya lo explicamos hace un tiempo con un
ejemplo simple, si le damos mil pesos extra a un trabajador a un jubilado o un
desocupado, este va inmediatamente y los vuelca al consumo de necesidades
postergadas, se compra un par de zapatos, comida, lo que sea. Si esos mil se
los dan a un rico sin necesidades postergadas los cambia por dólares y se los
lleva a Uruguay. Ya sé que es un ejemplo simple, la realidad es más sofisticada
son cientos de millones de dólares,
inventan empresas fantasma, sociedades “off shore” y se llevan la plata a
dormir en paraísos fiscales como bien sabe Macri, Panamá, Bahamas o Las Vegas.
Da igual.
Nunca
se trato entonces de el demonio K, se trata de la manta de la economía -que no
es corta- pero supongamos que es corta, y si nos tapamos el cuello nos
destapamos los pies. Eso es la lucha de clases. La economía no es una ciencia
natural, son hechos de los hombres y mujeres que toman decisiones en función de
intereses. Son políticas, es una decisión política quitarle a los más pobres
para darle más a los más ricos, con la quita de impuestos a las exportaciones,
la quita de impuestos a importar autos de alta gama o consumos suntuarios, que
benefician al diez por ciento de la población y por otro lado aumentar las
tarifas de servicios públicos y transportes, combustibles, devaluar la moneda
con ajuste cambiario y con inflación es transferir la riqueza de abajo hacia
arriba atravesando a toda la sociedad para beneficiar de nuevo al diez por
ciento de la población. Y después nos dicen que hay que festejar como un logro
nacional la reacción favorable de los mercados ante la emisión de deuda
Argentina, y claro si los mercados son ellos, los mercados son los bancos
Citigroup, Goldman Sachs, JP Morgan, Chase Manhattan, Deutsche Bank, Santander,
hasta el Grupo Interalfa, ellos y sus empleados, ex empleados y /o futuros
empleados como Alfonso Prat Gay, o Federico Sturzenegger.
La
manta no es corta, alcanza para todos, lo que pasa es que no da para la
avaricia, el avaro quiere cada vez más, no suelta, retiene, acumula más de lo
que necesita. Y hay que aplicar políticas fiscales coercitivas para obligarlos
a contribuir con la sociedad, por el uno por ciento más o el diez por ciento más
que se les obligue a pagar de impuestos no van a dejar de darle de comer a sus
familias.
Diagnostico
sencillo el poder económico mundial (los bancos) se han quedado con más de la mitad de la
riqueza del mundo, de la riqueza real, no de burbujas financieras ni derivados,
creando crisis se quedaron con las casas, con las tierras, con las fabricas,
con casi todo.
Dadas
estas circunstancias ya sé que la democracia es una farsa, el poder económico
es permanente y todo lo demás va y viene. Nos permiten elegir entre Coca Cola y
Pepsi y por eso creemos ser libres y vivir en democracia. El poder económico
pone los candidatos, los construye o los destruye desde los medios de
comunicación que son de ellos, el poder crea las crisis económicas y después
nos propone a sus técnicos
especializados para “solucionarlas”, el poder en las sombras no se cuestiona,
ni tiene rival porque para algo está en las sombras.
Una
farsa es una puesta en escena donde todos quedamos de acuerdo en representar un
papel, un rol, seguimos un libreto y hacemos como que es de verdad. Pero todos
sabemos que no es verdad.
Ahora
la farsa empieza a no gustarme cuando los sopapos y los tortazos me los
dan siempre a mí, y cuando ya duelen en serio y nos dejan las
orejas calientes, cuando las patadas en el culo las reciben siempre los
mismos, ya no me gusta tanto la obra. Es
hora de decir paren un poco, que se está notando mucho.
La
sociedad está organizada en forma piramidal y acá abajo estamos nosotros, todos
nosotros “el pueblo” si se quiere, un escalón mas arriba están los políticos
esos a los que nosotros les damos el poder. Apenas un escalón mas arriba están.
Y arriba de ellos hay varios escalones mas donde el poder y la riqueza se van
concentrando cada vez mas hasta llegar a los que manejan los hilos. ¿Alguien
cree que esos tipos van a dejar algo librado al azar, que nos van a dejar
elegir en serio, que nos van a dejar ser libres, alguien cree que van a
dejarnos cambiar algo?
Pero
otra cosa es que nosotros nos entreguemos solitos. Un pueblo en definitiva
puede ser tan ignorante y bruto como
quiera, pueden votar como les dé la gana y creer que están en el mejor de los
mundos porque pueden comprarse un I Phone o el Galaxy veinte o la Mitsubishi último
modelo, o la Play cuatro en cuotas con la tarjeta, y quedarse muy tranquilos en
su zona de confort permitida por ahora. O puede informarse, instruirse, plantarse
y resistir a los atropellos y los
abusos, retomar el poder que ha cedido durante años dejando hacer.
Esto
ultimo cuesta trabajo y esfuerzo.
Pero
vale la pena.