Dos seres incompletos se juntan pero no hacen uno completo. Esas cosas casi nunca terminan bien, el problema no está en el final sino en el origen.
Michel Onfray el filósofo francés, dice que occidente ha creado un mito en torno al que giran nuestras ideas sobre el amor, y ojo con eso, ideas son solamente ideas. El mito diría algo así como que originalmente éramos un todo completo y andábamos por ahí muy orondos disfrutando la unidad y la completud, (también podría ser una metáfora de la unidad del seno materno, el sentimiento oceánico del que habla Freud) a los dioses que son de todo menos perfectos, esto les hacía muy poca gracia, e inventaron un castigo sutil, un entretenimiebto para ellos, nos dividieron, nos fragmentaron . Y así va el ser humano pobre, inconsciente, mortal, hambriento y encima buscando algo que le falta , su completud, su media naranja.
El deseo es la falta. Por eso vamos detrás de algo que nunca vamos a encontrar y fracasamos una y otra vez. El problema no está en el final sino en el principio.
Pero ¿Que pasaria si en lugar de hacer promesas que no podremos cumplir, nos ofrecieramos el aquí y ahora, sería suficiente?
No tengo más para dar, no puedo prometer el amor sino demostraciones de amor, no puedo prometer la vida juntos sino interés, respeto y cuidado para el otro hoy, ya mismo y no proponiendo una gran historia juntos sino creandola de un paso a la vez.
Ya se que frente a las grandes promesas y los grandes ideales lo que propongo es un salto en caída libre sin paracaídas, pero podría salir bien como aquella señora que se arrojo desde el Empire State en New York y una corriente de viento la devolvió al edificio (y a la vida) metiéndola por una ventana unos pisos más abajo. Después de todo los grandes ideales como cambiar el mundo, la paz y el amor universal están obsoletos quedaron en el cajón olvidado de las fantasías infantiles
A mi edad lo unico que sé es que no dura nada está verga de vida a la que venimos sin tener una puta idea.
No dura nada como para andar viviendo la vida que hay que vivir para agradarles a otros, sean esos otros quien carajo sean.