Y yo que creía que los fenómenos de circo se habían terminado como atracción. Evidentemente me faltaba ver la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Y lo que vi me dejó perplejo; una gorda con aureola, la mujer barbuda, (¿O era un barbudo vestido de mujer haciendo una coreografía en cuatro patas?), travestis, un andrógino con un testículo a la vista, (y con niños alrededor), un personaje desnudo pintado de azul, sentado en una ensaladera llena de frutas sobre una mesa que hacía burla a la Última cena de Da Vinci, según dicen actuaba de Dionisio el dios Griego del vino y la juerga , pero era este un hijo de Zeus muy venido a menos, faltaba que dijera:"¡Soy el Dionisio que se merecen pinches wevones!" De deporte nada, de talento y de belleza nada tampoco.
Agenda satanista pura y dura en la Francia de Macron (el empleado de la casa Rothschild que detallito) Macron el niño pedofilizado por su profesora, ahora esposa.
¡Hostia Manolo! Todo va para el mismo lado, ¡Que mostraron el libro El diablo en el cuerpo, no es joda, en la ceremonia inaugural de los juegos Olímpicos!
¡Me quiero volver mono, pero ya!
A ver cómo decirlo urbanamente; Estoy hasta los cojones de las diversidades.
Que cada uno haga de su culo un pito pero ya está bien de que me lo quieran servir con el desayuno, el almuerzo y la cena.
Esto fue de mal gusto en nombre de la inclusión. Ya no podremos decir ni en broma: ¡Que elegancia la de Francia!
Los que se autopersiven lo que quieren auto persivirse y están en contra de todos los demás, la ideología de género que pone a las mujeres contra los hombres y las hijas contra los padres, la sexualización de los niños que va a terminar normalizando la pedofilia.
Todo hecho con la intensión de que reaccionemos y sigamos enfrentandonos entre nosotros y nunca, pero nunca miremos para arriba y plantemos cara a esa contradicción fundamental que es que el uno por ciento de ricos, explotan a todo el resto del mundo.
Esa es la madre y el padre de todas las diferencias.
Alejandro Ovejero Julio 29 2024