Creci en un país donde muchos fueron desaparecidos por leer a Marx, por tener un libro de Marx te torturaban te llamaban zurdo de mierda y te tiraban al río desde un avión de la Armada Argentina.
Solo así se entiende que muy pocos conozcan la filosofía económica de Marx. No digo para que se hagan marxistas, pero al menos para entender, para ver el cuadro completo, para que no los engañen tan descaradamente.
Marx en Argentina es un tabú, algo prohibido, algo que debería darte vergüenza de solo preguntar. Pero Marx es filosofía, se estudia en el mundo, es quizá el filósofo más fácil de entender de la historia, porque no te habla del Ser, o de la Ontologia de la nada, habla de tu vida, del trabajo, del precio de la comida y los bienes básicos, del dinero, habla de como los ricos se hicieron del capital allá al principio con la acumulación originaria, y como lo hacen hoy concentrando la riqueza que se produce socialmente y haciendote creer que es por meritocracia, Marx te habla de cosas simples que afectan tu vida diaria.
"La libertad es la libertad del mercado - decía Marx - solo existe para quien tiene capital, el que no lo tiene sólo ve sus derechos básicos convertidos en mercancías inaccesibles".
Los que no tienen capital no tienen libertad, tu libertad está determinada por el límite de tu tarjeta de crédito. Los que no tienen capital tienen que vender su tiempo, su energía, su cuerpo y su mente; tienen que vender su vida en última instancia, mientras que los que nacieron con capital, si pueden elegir que quieren hacer de sus vidas y como vivirlas.
Vos te esforzas y transpiras atrás de la promesa de que trabajando duro vas a lograr el exito, ellos viven. Es simplisimo.
El objeto de nuestro trabajo no nos pertenece, de hecho cuánto más producimos más pobres somos, el lugar de nuestro trabajo tampoco nos pertenece, y nosotros mismos en el trabajo no nos pertenecemos. Eso es la enajenación que tan bien explica Marx y yo trato de explicar con suerte diversa.
Las necesidades básicas son nuestra parte animal vivienda comida, abrigo, pareja, familia. Son lo mínimo necesario para vivir, pero como esas necesidades no están aseguradas tenemos que dedicar nuestra parte humana, la superior la de la conciencia y el entendimiento a "ganarnos la vida" o sea trabajar, vender nuestro tiempo de vida. Y nos sentimos libres cuando por fin salimos del trabajo (que no es nuestro) o sea le pertenece a otros, que no son los dioses, ni la naturaleza por lo tanto son otros humanos ¿Iguales a nosotros? Entonces salimos del trabajo. Dejamos la línea de producción después de ocho, diez horas golpeando un balancín para sacar una pieza que será la parte de algo que no sabemos que es ni donde va que se ensambla en otra filial en Singapur. Salimos de ese bendito trabajo como quien huye de la luz mala y ahí si pensamos que podremos empezar a vivir y a ser libres; pero no. El salario que se paga por el trabajo no es para que te hagas rico, ya lo dijimos, y tampoco es para que seas "muy" libre, es apenas para que sobrevivas y vuelvas al trabajo al día siguiente. Sos libre por ahora de satisfacer tus necesidades animales comer, cagar, cojer y dormir un poco de cada. Siempre y cuando no sucedan imprevistos, como crisis, quiebras, fusiones, re-dimensionamientos y entonces: el desempleo.
Una pequeña aclaración, los "otros" que son los dueños de nuestro tiempo, de nuestro trabajo y también de los frutos de nuestro trabajo, que en la mayoria de los casos ni siquiera podemos comprar, los dueños del capital son ajenos, extraños y a todas vistas hostiles.
Los trabajadores hemos abandonado la lucha de clases, vamos al sicólogo para adaptarnos mejor a un sistema corrompido y enfermo, vamos a "coaching", hacemos cursos, leemos libros de autoayuda, tomamos duchas frías, tenemos pensamientos positivos y somos proactivos, compramos relojes que miden los pasos, hacemos dietas, consultamos con el especialista de cualquier pedorrada y decretamos cualquier pelotudez al universo para evitar la dura realidad de que nos acomodamos a lo que nos toca para no confrontar por lo que nos corresponde.
Ellos los dueños, no tiene ese prurito. Ellos llevan adelante una guerra y la están ganando, no importa que haya que dejar gente sin casa y que en invierno se mueran de frío, no importa que haya que cerrar hospitales infantiles que hacen transplantes y los niños se mueran, no importa que haya que quitarle los remedios a los jubilados y se mueran antes, no importa que haya que quitarle los pañales geriátricos y se caguen encima, no importa que haya que cerrar las universidades y los institutos científicos, no importa que no se haga una obra de mantenimiento de rutas y la gente se muera en accidentes de tránsito, todas esas son cosas de pobres, que a los ricos les nefregan.
Para todos esos detalles, los ricos tienen dinero.
Lo dijo claramente Warren Buffett, hay una guerra de ricos contra pobres y nosotros la estamos ganando.
No es cierto que no haya alternativa a esto que estamos viviendo en occidente, está derechizacion de la derecha, este capitalismo salvaje que lo consume todo, que convierte todo, hasta la vida humana en mercancía negociable.
Francis Fukuyama en los noventa proclamó el fin de historia, bueno no se terminó, la historia no termina. Todo se puede cambiar.
Me faltaría una pata en mi estructura mental, en mi visión del mundo y de la historia si no pudiera apoyarme en la filosofía de Marx, aún sin ser marxista. Cómo me apoyo en la filosofía de la paz, y no soy pacifista.
Los invito a leer a Karl Marx, y a participar de una visión más completa de la realidad.