domingo, 16 de febrero de 2025

Irnos a vivir a los bosques

La vida que soñamos por lo general está más cerca de lo que creemos. Porque digamos la verdad la gran mayoría de la gente tiene sueños bastante modestos. Casi nadie sueña con vivir en una casa submarina hecha de vidrios espejados y ver pasar a los pulpos y los tiburones mientras toman el desayuno en la cama. Habrá alguno que sea la escepción pero la regla es que la gente sueña con comodidades alcanzables y posibles, y  con seguridades razonables.

Pero, ni siquiera eso.

La vida que anhelamos está ahí al alcance de la mano, pero la mayoría de las veces tiene otros dueños y no podemos comprarla. Podemos verla, sentirla, olerla ahí apenas detrás del Blindex de la vidriera, la nariz contra el vidrio. 

Henry David Thoureau fue un escritor y filósofo estadounidense de finales de los mil ochocientos, el gran filósofo de la libertad que, estuvo preso en la tierra de la libertad. (Por negarse a pagar impuestos hay que decirlo.)

Thoureau dio un paso más ayá del q común de los filósofos, como planteó Karl Marx en la Tésis sobre Feurbach, (se pronuncia foyerback y queda muy culto pronunciarlo lindo) la filosofía ya se ocupó bastante de explicar la realidad, ahora se trata de transformarla. (Cito de memoria, no es textual.)

Thoureau pasó a la acción, se fue  a vivir a los bosques a la orilla de un lago para "aprender lo que la vida tenía para enseñarle y para dejar de lado todo lo que no fuera vida."

¿Que pasaría si hoy día dejáramos de lado todo lo que no es vida? 

Casi no queda algo vivo en nuestras vidas, todo es simbólico, abstracto, virtual, comprado, vendido, alquilado. Lo que comemos no es parte de nuestra vida, nos viene prefabricado y envasado no tenemos ni idea del proceso que lleva su producción.  El trabajo que consume la mayor parte de las horas del día y de los años de la vida a los hombres y mujeres, nos es totalmente ajeno, no somos dueños ni del proceso ni del resultado. En el trabajo las personas se sienten fuera de si, su tiempo y por ende su vida le pertenecen a otro, tienen que esperar a salir del trabajo para sentirse en si, para ser libres para comer, beber, dormir, cojer libremente y a gusto.  Libertad para todas las actividades animales, hasta la hora de volver a ser esclavizados. Sin embargo se nos dice constantemente que el trabajo y el esfuerzo es el único camino posible. 

Thoureau dice "el diablo también trabaja arduamente." 

Otros dicen: ¡Cómo será de malo trabajar que para que lo hagas te tienen que pagar! 

Pone como ejemplo un hombre que disfruta de caminar por el bosque admirando la naturaleza, este puede ser tomado por un vago, en cambio un hombre que camina por el bosque haciendo planes para talarlo y vender madera es un ciudadano modelo, emprendedor y productivo de la sociedad. 

Vivimos bajo el imperio de la "hustle culture"; salir, correrse apenas unos pasos al costado no es fácil, seremos llamados perdedores, vagos, ermitaños, antisociales, parásitos y vaya uno a saber qué cosas más. En cada reunión no faltarán los que pregunten con inocencia o inquisitivamente ¿Cómo puedes vivir sin trabajar? Cómo cuando iba llegando a los treinta años y en cada reunión familiar me preguntaban  ¿ Y cuando te vas a casar? Cómo si fuese algo del órden natural como los ciclos de las estaciones verano, otoño, invierno y casarse y tener hijos. 

De la filosofía y la vida de Thoureau aprendemos que a veces hay que desobedecer. (Es el autor del ensayo que hoy conocemos como Desobediencia civil) El primer paso es tener una razón para desobedecer, el hombre antes que ciudadano debe ser hombre -dice- y debe regirse no tanto por la ley sino por la justicia. 

Para tener una razón hay que pensar; pensar ya es una desobediencia en si mismo, cuando pienso desobedezco a la inercia de mis certezas y mis prejuicios individuales y culturales, sociales, prejuicios de clase y de época. Desobedezco, pienso, me obligo reconocer otras posibilidades. Desobedezco a la pereza, a la facilidad de la costumbre, a la zona de confort de lo establecido, por eso pensar es desobediencia y en este tiempo pensar en revolucionario en si mismo.

Thoureau se fue al bosque, se negó a recibir su diploma de Harvard porque estaba hecho sobre piel de oveja, dijo: dejen qué cada oveja se quede con su propia piel. 

En el siglo veintiuno parece ser que el bosque como concepto vuelve a ser la única alternativa posible. Hacernos amigos de la tierra, de nuestro cuerpo, del día y de la noche, involucrarnos en la construcción de nuestras casas, nuestro hábitat, involucrarnos en gestionar algo de lo que vamos a comer, recuperar de la manera que se pueda un poquito de nuestra soberanía individual. En definitiva hay que renacer. Cómo la metáfora de Hesse del pájaro que debe romper el huevo para nacer, tenemos que romper una realidad  que nos fue dada ya construida según los planos y los gustos de otros y no nos pertenece, ni nos satisface.

 No podemos vivir al interior de un sistema económico de explotación esclavizante y enajenante;  y tampoco podemos gastarnos la vida en combatirlo. El tiempo es lo único que tenemos, no podemos seguir regalándolo. 

¿Qué podemos hacer entonces? El gesto de desobediencia más radical, rechazo de participar, rechazo de ser cómplice de este fallido.

Alejandro Ovejero | Febrero 2025

miércoles, 5 de febrero de 2025

Heredó | Charles Bukowsky

El viejo de al lado se murió

la semana pasada,

tenía 95 o 96,

no estoy seguro.

Pero ahora yo soy el viejo chocho

del barrio.

Cuando me agacho

a la mañana para recoger

el diario

pienso en ataques cardíacos

o cuando nado en mi

pileta

solo

pienso,

Jesucristo,

van a venir y

me van a encontrar flotando aquí,

boca abajo,

mis 8 gatos sentados en el

borde

lamiéndose y

rascándose.

morirse no es malo,

es esa pequeña transición

de aquí a

allá

lo que es extraño

como apagar de golpe

el interruptor de

la luz.

Ahora soy el viejo chocho

del barrio,

estuve esforzándome en serlo por algún tiempo, pero ahora tengo que hacer algunas nuevas

jugadas:

debo olvidarme de subirme del todo la bragueta, usar pantuflas en vez de mis zapatos, llevar los anteojos colgando de mi cuello,

tirarme pedos sonoros en el supermercado, usar una media de cada color, dar marcha atrás con el auto contra los cubos de basura.

debo acortar mis zancadas, dar pequeños pasitos, empezar a mirar torcido, agachar mi cabeza y preguntar, "¿qué? ¿qué dijiste?"

Tengo que tenerlo listo, encanecer mi cabello,

olvidarme de afeitarme. quiero que me reconozcas cuando me veas: ahora soy el viejo chocho del barrio y no podrás decirme una puta cosa que yo ya no sepa.

¡respeta a tus mayores, nene, y quítate de mi camino!

| CharlesBukowski

domingo, 29 de diciembre de 2024

Sobre el volumen de la música resuelto a tiros.

Entre la civilización y la barbarie elegimos la barbarie (y la estupidez). Así las cosas el resultado de la justa es casi natural: uno preso y el otro muerto. 

(Elegimos es una forma de decir, porque la división internacional del trabajo dice que al sur está la fuerza bruta y los recursos naturales, la corrupción y la lujuria. Al norte se piensa y en el sur se escarba la tierra y se procrea a los esclavos de mañana. En el norte se comen los frutos del trabajo de otros y en el sur se sobrevive de las migajas. Lo que nos pasa es parte de un plan.)

Seamos sinceros lo que está en disputa no es el volumen de la música, sino quién es el que la tiene más grande. En una sociedad sin estado, donde la ley es 

in-aplicable manda el más poronga, sepan disculpar el lunfardo. 

 En la novela Los hermanos Karamazov de Dostoievski, el personaje dice: “Si Dios no existe, todo está permitido”. 

Y si el estado no existe, o se retira y nos deja librados a nuestra suerte?  Todo está permitido.

No podemos descartar que a partir de ahora ambas partes salgan armadas.

El capitalismo tardío rompe los lazos sociales, era necesario romperlos para precarizar el trabajo, deslocalizar la producción, separar a los trabajadores que antes se encontraban y se conocían, en un lugar concreto (la fábrica) y compartían una realidad tangible, hoy diferentes procesos se llevan a cabo en lugares remotos del mundo por obreros que ni siquiera hablan el mismo idioma, eso es romper los lazos sociales, el trabajador que antes tenía una identidad, un sindicato, y una dignidad,  hoy no tiene nada y cada dos años lo corren de su trabajo y tiene que buscar otro. Esos lazos sociales servían también para que nos reconozcamos con nuestros compañeros y vecinos, con nuestros iguales asalariados, e impedían que  nos matemos por una simple discusión de tránsito, o porque no nos gusta la música que pone el otro, un otro cercano al que conozco de mucho tiempo, de toda la vida quizá, pero que se ha vuelto una amenaza. Para ir a hablar con su vecino, el ex policía necesitó salir armado, podríamos pensar en una cuestión sociopática individual, pero ¿Era necesario? Y no solo fue armado sino que desenfundó su arma, cosa que todos los que tenemos algún entrenamiento en el uso de armas sabemos que cuando se saca el arma es para usarla, sino no se desenfunda un arma ni para asustar, solo se saca cuando no queda otro remedio. Pero el policía retirado puede haberse sentido valiente y poderoso pensando que su rival se iba a someter por el miedo frente a un revolver cargado. No pasó.

Estupidez de un lado y del otro. 

Una persona armada siempre debe tomarse muy en serio. Es un peligro mortal inminente y enfrentarlo, asusarlo y provocarlo es algo muy tonto, de las actitudes más irracionales y absurdas que vi en mi vida y eso que he visto mucho cine, y mucho cine de Hollywood, donde a veces por estirar un guión se hacen las cosas más incoherentes porque hay que hacer una película y tiene que durar una hora y media, si fuésemos todos sensatos no habría tantas películas o se terminarían a los quince minutos. 

Creo que la víctima, ya herido, tuvo tiempo de darse cuenta de su error, fatal e insalvable. ¿Que habrá pensado? Habrá pensado como en el cuento de Horacio Quiroga donde el campesino salta un alambre y piensa que no vé donde está el machete que tiró desde el otro lado un segundo antes de cruzar el mismo, y de golpe siente algo caliente que le corre por las piernas, y ahí al pie de un alambre en el monte misionero piensa: me voy a morir. Nada más ni menos. La muerte cambia la perspectiva de todo, habrá pensado mira lo que me hiciste, un agujero en el pecho, mira lo que le hice a mi familia, morirme en pleno festejo de Navidad, si se pudiera volver un minuto atrás. Pero no.

Todo mal. Todo innecesario, todo triste.

La decadencia está entre nosotros.

Homini homo lupus est.

sábado, 28 de diciembre de 2024

Ayotzinapa a diez años después


"Durante el dia los militares andaban por los torrentes de las calles con los pantalones enrollados a media pierna, jugando a los naufragios con los niños. En la noche, después del toque de queda, derribaban puertas a culatazos, sacaban a los sospechosos de sus camas y se los llevaban a un viaje sin regreso."

Gabriel Gracia Marquez - Cien años de soledad


Una vez más en Latinoamérica la realidad supera a la literatura, el 26 de Septiembre de 2014 no ya el ejército, sino pinches policías municipales en Ayotzinapa, estado de Guerrero, Méjico, mataron a bala a seis estudiantes en una manifestación y se llevaron detenidos a otros cuarenta y tres de los que no se supo más nada.


Todos queremos que aparezcan vivos, sus familias los buscan vivos, pero lamentablemente hay solo una cosa más dificil que esconder cuarenta y tres personas muertas, y es esconder cuarenta y tres personas vivas por casi cien dias.

Alejandro Ovejero | Original 31 Diciembre de 2014



lunes, 23 de diciembre de 2024

Un hombre fue asesinado ¿Y ustedes están riendo?


En la madrugada del Miércoles pasado 4 de Diciembre un hombre fue asesinado en New York, frente al Central Park en la puerta del lujoso hotel donde se hospedaba. 

La víctima resultó ser Brian Thompson de cincuenta años, CEO de la United Health Care, una empresa de seguros de salud que opera en los  Estados Unidos y que mató a incalculable cantidad de personas a las que les ha negado un tratamiento medico, porque la salud es un negocio y mantener una posición dominante en el mercado y maximizar ganancias no se consigue firmando cheques. 

La persona que disparó logro huir y no se sabe mucho de él. Quizá es alguien a quien dejaron sin su cobertura de salud, librado al sufrimiento y la muerte, o familiar o padre o hijo de una víctima de la eficiencia mercantil de la United Health Care.

En la película The Joker, Arthur Fleck el personaje principal también sufre los recortes del sistema de salud que lo dejan sin su tratamiento siquiàtrico. Arthur vive en condiciones deplorables, pero una siquiatra estatal y sus pastillas son su cable a tierra, pero debido a los recortes neoliberales de los años ochenta en el sistema de salud Arthur se queda sin ninguna contencion y sobreviene el drama. 

Murió un usurero.

Cuando Raskolnicov el personaje de Crimen y castigo, mata a la vieja usurera, la culpa lo persigue día y noche, lo atorrmenta. Raskolnicov planifico largamente el robo y el asesinato  justificandose en su necesidad, con ese dinero podria retomar sus estudios de derecho y sacar a su familia de la miseria extrema, no obstante la sangre reclama castigo el crimen no puede quedar impune en la rusia de Doztoyewsky para tranquilidad de todos; la culpa lo atormenta hasta decidir abandonar el dinero robado y finalmente entregarse a la justicia y ser condenado al destierro.
En cambio cuando Arthur Fleck en El Joker mata a los tres yupies de Wall Street que lo humillan y lo golpean en el subte nadie pide castigo, por el contrario Arthur obtiene algo que nunca tuvo en su miserable vida, el reconocimiento social, Arthur despues de disparar su arma dejo de ser un permanente humillado, dejo de ser el grotesco payaso que no causa gracia. La humillación de Arthur en la pelicula la sentimos los espectadores, la película se sufre y es incomoda, porque algo nos resuena a todos, algo que tenemos en común, algo que cuesta reconocer, como Arthur en mayor o menor medida, directa o indirectamente, estamos siendo humillados por el sistema capitalista, por el automatismo financiero, por una clase depredadora que se hace cada vez más rica mientras los pueblos del mundo se unden en la neo- esclavitud.

Warren Buffet, CEO de Berkshire Hataway ha dicho que "claro que hay una guerra de clases de ricos contra pobres y los ricos estamos ganando". El uno por ciento de la población somete y humilla al resto del mundo y van ganando. Pero

¿Que podría salirles mal?

Lo inevitable no sucede porque al final del día prevalece lo impredecible, dice John Maynard Keynes. Lo impredecible tiene la capacidad inherente de cambiar las reglas del juego. 

La muerte tiene la capacidad de cambiar los términos de una discusión, cuando alguien muere, definitivamente estamos hablando en serio.

Las peores páginas de la historia humana son hijas de la humillación.

Ha muerto un usurero en el Central Park, y la mayoria de los comentarios son de apoyo al asesino y no de condena, quiza porque la mayor parte de la personas está de su mismo lado del mosrrador, del lado que paga toda la vida y solo recibe humillación y maltrato.

Artur Fleck era humillado por su madre, por sus compañeros de trabajo, por los niños del barrio, por el estado, por su empleador, por la TV, tanto fue humillado que incendio la ciudad. 

Los medios, el sistema de poder en el mundo están escandalizados hoy porque uno de los suyos ha sido asesinado y la gente ríe.  The New Yorker títuló como pregunta "una persona asesinada a sangre fría y ustedes están riendo? La mayoría de la gente comenta jocosamente y publica fotos de otros CEO's a los que habría que agregar a la lista del justiciero. El poder descubre ahora (tarde) que hay un profundo descontento en América y en el mundo, la BBC dijo que este crimen reveló que hay un enojo que se venía calentando; (simmering anger son las palabras exactas que usaron). ¿De verdad necesitan que les revelen lo que esta a la vista? Los esclavos se están dando cuenta que los amos no son dioses.

"Una persona asesinada a sangre fría y ustedes se rien?" Es lo mismo que decimos nosotros todos los días, cuando los pobres son tratados como números en una planilla para mejorar el resultado económico de una empresa, cuando se les quita los remedios a los viejos para achicar el déficit del estado y poder cobrarle menos impuestos a los ricos, cuando son los hijos de los pobres los que van a sus guerras para reactivar la economía. 

Uno de ellos ha muerto en el Central Park, ha muerto un usurero, y nada de esto debía ser así, pero no es la maldad de los pobres la culpable, la culpa es de la codicia sin fondo de los ricos. 

Alejandro Ovejero | Diciembre 2024

Nota: esta publicación se escribió el 9 de Diciembre, con posterioridad se identifico al autor del hecho que es un hombre joven Luigi Mangione de veintisiete años, blanco, profesional de clase media. Esta detenido y los medios agitan la posibilidad de una condena a pena de muerte. En ningún momento analizan el caso como un emergente de situaciones sociales injustas individuales o colectivas, o de frustracion ante la falta de justicia y futuro. Porque está vez la bronca contenida, por los abusos e injusticias padecidos no se desató en un tiroteo en una escuela o un centro comercial con víctimas inocentes y aleatorias. Esta vez la ira se dirigió a quien tenía que dirigirse y mato, y cuando álguien muere todo cambia. Los medios lo presentan como un caso personal de locura o maldad, que los libera de todo análisis que comprometería su propia pertenencia, ellos representan a las corporaciones, a los ricos como el CEO que murió el 4 de Diciembre.