domingo, 22 de septiembre de 2013

Melody

Estuve viendo una película que compre en DVD. La encontré en la bandeja de los clásicos. Una película de los  setenta. De mil novecientos setenta si no me equivoco, que vi la primer vez cuando tenía menos de ocho años y debía ser el año mil novecientos setenta y siete creo yo por distintas asociaciones de recuerdos porque no me abundan los recuerdos de mi infancia. En este caso si tengo muy presente que mi hermana un año menor y yo queríamos verla, habían dado la propaganda como una película para chicos, pero mi mamá no nos dejaba ver televisión después de las diez de la noche. Así que hubo que convencerla y hay que ver los argumentos que teníamos. Era un día de semana peor que peor. Había en la tele un ciclo que se llamaba Hollywood en castellano. Pasaban cine aunque este es un producto inglés. Años más tarde frente a elaboradas obras de arte del cine como Beatifull Thinking o Billy Elliot me rendí ante el cine inglés sin condiciones. Hollywood es una feria de ofertas frente a Channel 4. La convencimos, nos dejó verla. Nunca olvide esa película por varios motivos Formó parte de mi más aya de lo conciente. No se qué efecto causó en mi hermana si lo hubo y ya no puedo preguntarle. Yo hoy la vuelvo a ver y me emociona hasta las lágrimas. Era una historia de chicos; no para chicos. Un “amor” de chicos, pero más que del amor habla de la libertad. Brutos como eran solamente se explica que esa película haya pasado el filtro de la censura del gobierno militar del Proceso para la tele, filtro que por ejemplo no pasó  Las mil y una noches de Passolini ni para salas de cine porque se les ve el pene a varios muchachitos, eso era mucho más fácil de etiquetar.
 Melody esta es la película de la que estoy escribiendo es una historia ingenua si se quiere (a la mirada de los niños de hoy quizá sería aburrida), el lado fuerte no es el romance de los dos niños Danny y Melody, sino lo lateral. La libertad, negada y obtenida por vía de la rebeldía. No hay posibilidad de escribir el propio relato en el colegio inglés de mil novecientos setenta. Tampoco y mucho menos aún en la argentina del setenta y siete. Sabíamos del miedo, del límite, había canciones que no se podían cantar, en mi casa había discos que no se podían poner. Mayormente creo que nosotros en ese momento con siete  años u ocho no notábamos diferencia, la opresión era la forma normal de vida, los soldados con armas largas en la calle era normal, lo incuestionable de la autoridad era normal. De cualquier tipo de autoridad.
Y pasan esta peli en canal abierto que el cable no existía entonces, la tele por cable como tantas otras maravillas del mercado fue otro invento que nos llegó en los noventa. Pasaron Melody y hoy que la vuelvo a ver doy vuelta la cara y me pongo a llorar.
 No me pongo a llorar por verla tan vieja como en el tango él Guapo la ve tan vieja a la Mireya y se pone a llorar sin que ella lo vea.

Lloro por mí como se llora siempre en el fondo.
No lloramos por el otro que se fue y nos dejo, no lloramos por el muerto que ya no está más, no lloramos por la leche derramada.

Siempre se llora por uno mismo.

Porque soy yo el que va a tener que seguir viviendo cada uno de los días que me restan, siguiendo meticulosamente cada uno de los pasos por donde la vida me lleve y ese otro al que decimos llorar y que nos ha dejado por equis motivos, no va a  estar ahí, ya no hay más tiempo, ya no quedan oportunidades de hablar o de enmendar, se cerro la cuenta y no se puede agregar ni quitar nada, solamente nos queda ver el resultado. Por eso se llora.
 Y porque uno, Pelotudo!  Se había hecho ilusiones.

Ese chico de siete u ocho años creció junto con sus ilusiones hasta el día que encontró un cartel que le decía “Nunca pero nunca esperes nada”  y  sólo entonces se dio cuenta que la vida había ido pisoteando una por una las pavadas que lo ilusionaban menos una:  El ansia de libertad y la rebeldía como único camino.  Maravilloso.
Una síntesis.
Porque a los trece años vi. otra peli, esta vez en VHS cinta videocasete, era  el año ochenta y tres, y en este caso si me cambio la vida para siempre. The wall. 
“¿Qué deberíamos usar para llenar los espacios vacíos
   Donde las olas de hambre rugen?
  ¿Deberíamos ponernos en camino a travez de este mar
   De rostros, en busca de más y más aplausos?
   ¿Deberíamos comprar una guitarra nueva?
   ¿Deberíamos conducir un auto más poderoso? 
  ¿Deberíamos trabajar toda la noche?
  ¿Deberíamos subir a los aviones?
  ¿Dejar las luces encendidas? ¿Tirar las bombas?
  ¿Hacer las giras del este? ¿Contraer enfermedades?
  ¿Enterrar huesos? ¿Abandonar hogares?
  ¿Enviar flores por teléfono?
  ¿Dedicarse a la bebida? ¿ Ir al sicólogo?
  ¿Dejar la carne? ¿Dormir poco?
  ¿Tener gente como mascota?
  ¿Entrenar perros? ¿Carreras de ratas?
  ¿Llenar el ático con efectivo?
  ¿Enterrar tesoros? ¿Acumular ocio?
  Pero nunca relajarnos del todo
  Con nuestras espaldas contra la Pared.
(Pink Floyd – The Wall)

Creo que no sería el hombre que soy, si faltaran en mi vida todas o algunas de cinco o seis cosas puntuales y una de esas es The wall la película de Pink Floyd. Y en la vorágine de los doce, trece, catorce años con todo lo que cargan encima ya no tenía presente a Melody cuando me puse a ver The wall. Y que loco verlo, cuando el personaje era chico el colegio era el de Melody, los maestros, los tics, los rituales, la madre obsesiva,  posesiva con un claro desorden alimenticio, la madre que es la figura singular en todos los trastornos neuróticos(*), Sig Barrett -quien inspira el personaje- que fue mucho más aya del umbral de la neurosis para terminar en un loquero, en un momento dice “debió haber una puerta en el muro por donde entré” y sin embargo desde ahí, (desde donde estaba y donde finalmente nunca pudo salir) esa puerta no podía verse.
Era una puerta que solamente se abría desde afuera para entrar. Otra definición de la locura.

(*) Y si me permiten  es la definición de madre. Esa es la función de la madre en la sociedad, la madre se encargará de transmitir los miedos a las nuevas generaciones, mamá pondrá dentro tuyo todos sus miedos dice. La madre es la perpetuación de los miedos atávicos que mantienen el entramado social.

El tema de la insanía de este chico es apasionante, desde el origen,  lo que para otros pasa inadvertido o por ahí queda como un simple complejo, en una persona sensible puede ser una puerta que da a la in-cordura. Sin retorno. Una burla, un rechazo, un menosprecio, un descuido otro ladrillo en el muro. 
Pero me voy de tema. Estaba en la rebeldía como único modo de lograr la libertad que es negada desde el mismo momento de nacer, cuando nos empiezan a cargar -como decía Serrat hablando de los niños- “Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,…les vamos transmitiendo nuestras frustraciones,… y a los que por su bien hay que domesticar”. Qué duda cabe?
 El modelo de domesticación, la fábrica del conformismo La Escuela. Protagonista no menor de las dos películas Melody y The wall.
Recuerdo cómo lloré el día que tuve que empezar la escuela! El primero, el segundo, tres días seguidos hasta que en el tercero me dejaron igual.


Lo lateral en Melody que digo no es el hilo principal del argumento del romance ingenuo inocente de dos chiquitos, esta puesto en el tercer personaje, o a mi forma de ver “el personaje”.  Onshaw compañero de clase de Danny personifica la rebelión misma. Onshaw es el chico callejero, zarpado, de una familia humilde o marginal para el lugar y la época no lo que hoy entenderíamos como marginal porteño. Hay que pensar en Hammersmit suburbios de  Londres año setenta.
Un chico quizá sin padre presente,  con una madre que debe trabajar y no se ocupa de él (no se ocupa como la madre de Danny se ocupa de su hijo y literalmente se lo quiere comer ) (“Mama esperará siempre de pie hasta que regreses, Mama averiguará siempre dónde has estado, Mama mantendrá a su bebé saludable y limpio”) una familia que quizá viva de la seguridad social, quizá un padre perdido en alguna guerra, no se aclara esto como en The wall donde está perfectamente claro que el padre fue al desembarco en Normandía y para el chico es solamente una foto en el álbum familiar. Resultado un niño sin padre presente. Sorprendente coincidencia.
Un familiar desvalido a cargo (abuelo/a como en Billy Elliot). Consecuencia Onshaw es el blanco natural de la autoridad. El amigo que cualquier madre responsable vería con recelo para su hijo, y la mama de Danny lo mira de reojo por el espejo retrovisor del auto. Este rebelde, con calle, carismático, contestatario niño le sonríe y le guiña un ojo.
No hay duda que es el personaje. A esta altura la lateralidad es la parejita de  tórtolos. Otro motivo porque Melody fue para mi inolvidable es que a los siete años ella no me atrajo en ningún momento, sólo tenía ojos para Onshaw. Aunque, entonces no supiera bien porqué.
Si los ingleses tendrían o no algún prurito  en presentar directamente la historia de la rebeldía infantil como praxis para lograr la liberación, dejando como anécdota el romance de Danny y Melody, por aquellos años no lo sé aunque puedo tener mis sospechas. De lo que no dudo es que no hubiese llegado a la tele argentina del setenta y siete. Rebeldía infantil que por si fuese poca cosa en si misma, además se puede interpretar  como analogía de la rebelión de los pueblos, no los adultos países Europeos, tampoco los jóvenes Estados Unidos, Canadá;  sino de los países infantiles. Estos nuevitos, del tercer mundo, emergentes o periféricos (como a mi más me gusta decir.)
Antes dije que Onshaw es un niño rebelde, carismático y contestatario, con calle –dije- en principio iba a ponerle “un chico de la calle” con la connotación que llevaba la frase cuando yo era chico, la cambié porque hoy y hace ya unos cuantos años ser un chico de la calle significa algo bastante distinto y quería ahorrarme la explicación. Pero ni modo.
Un rebelde siempre al filo de la ley o del otro lado como al que le canta Serrat en Una de Piratas un antihéroe hasta ahí, y nomás porque a los héroes los nombra el orden establecido, (no entro en la historia real de los piratas que eran ladrones a porcentaje robando para la corona británica y bajo su protección) este es un pirata romántico que por una palabra de más te pasa por la quilla, pero en el fondo son unos sentimentales \ Que se graban en la piel a la reina del burdel \ Y se la llevan puesta a recorrer los mares … Que fuerte y contundente imagen. …“para hincarle de rodillas hay que cortarle las piernas”, Fuerza, coraje, decisión, arrojo un tipo que no va a dar ni un paso atrás, no es un negociador, ni un político, siquiera un demócrata. Es un barbudo que se las juega, de hecho siempre llevan alguna marca en el cuerpo, se le hace difícil disimular su oficio, un garfio, una pata de palo un ojo vacío con un parche. “Se beben la vida de un trago y se ríen con descaro” Siempre que escucho ese verso, me  recuerda a la misma persona, mi sobrino mayor, aunque no lo veo tanto y ahora es padre por ahí ya lograron que sentara cabeza (sea lo que sea que quiere decir sentar cabeza que yo nunca lo supe.) Me acuerdo de él de su risa con descaro, en el fondo tenemos más en común de lo que parece incluso de lo que nos reconocemos uno al otro. No importa. Yo lo sé. Y él quizá lo sepa un día.
 El asunto es que si nos gusta la piratería, el estar al borde de la ley o fuera de la ley lisa y llanamente, además de llevar las marcas de antiguos combates y abordajes; (tengo malas noticias: “No hay historia de piratas que tenga final feliz, ni ellos ni la censura lo podían permitir,-así termina la canción de Serrat- por la espalda en una esquina, gente a sueldo los asesina.”)
 Esta visto que la rebeldía no cotiza bien en este tiempo, en cambio podes conseguir un trabajo cómodo y bien pago, hay licenciaturas y doctorados para cualquier verdura, algo te tiene que gustar y déjate de joder con la rebeldía.
Onshaw por lo pronto era en “Melody” el objeto del ataque directo de profesores, directivos, padres, y adultos en general. Si bien en una forma más sutil la misma doctrina bajaba a todos los chicos de la escuela, pero de alguna forma Onshaw era el “crucificado” el antiejemplo podría decir y no se si me explico. En el día de las competencias deportivas ni Dany ni él mismo entienden que hacen ahí, como se sucedieron los hechos para terminar compitiendo sin convicción ni vocación en carreras de atletismo, en cierto momento Onshaw le dice: “nos necesitan, para que haya ganadores algunos tienen que perder.” Toda una definición del sistema del que somos parte “¿Dónde irá ese prisionero de las múltiples y ficticias necesidades que se ha creado él mismo?” (Fedor Dostoievsky – Los Hermanos Karamazov Libro 6º Capítulo lll)
 En el origen de su personalidad están quizá las razones familiares y sociales que ya mencioné, en el caso de Sig Barret el personaje alienado de The Wall, las causas primeras que lo llevan por el camino de entrada a ese lugar detrás del muro del que nos habla también. Está mucho más explícito, en The Wall la propuesta es llevarnos a travez de la música al universo enajenado pero genial del músico. Una propuesta apasionante, irresistible. Una tentación para tantos otros artistas que imaginaron en la locura, en el caminar los pasos de la cuerda floja de la propia razón un atajo hacia la creación sin tapujos ni fronteras una forma de emancipación de la conciencia un estado como el que dicen se logra con algunas formas de estupefacción. Hay todo un mercado de moldes hechos de artistas tipo y no solamente digo músicos, hay pintores, poetas, escritores, actores y tantos otros que impostan personaje del artista desahuciado  perdido más aya de los cuerdos, fuera de lo Normal (aunque de cerca nadie es normal), sometidos y entregados al exceso, a la locura, las drogas o el alcohol como una condición necesaria para la ejecución de su arte. Nada de eso, en el caso de este loco. Brillante loco.
En el final de Melody el anticristo (Onshaw, quién otro?) propicia la boda de la parejita que después de sortear una redada de los profesores y director del colegio, escapan en una zorra. La historia romántica ingenua hasta el fin. 
¿Dónde creería alguien que puede huir en una zorra, y por las vías? Es enternecedor. En cambio Onshaw tiene que hacer frente a lo que ha desatado, no hay luna de miel para él. Y el único camino que queda es el de la lucha, la rebelión. Afortunadamente a esa edad los enemigos están prácticamente al alcance de la mano, son fácilmente identificables, como así también sus tácticas, estrategias y manipulaciones. Treinta años después el enemigo es un ovillo indescifrable para la mayor parte del mundo, incluso la conformidad nos quiere convencer que no hay enemigos, el mejor truco del diablo es hacernos creer que no existe -dicen. Finalmente entiendo que el único que realmente puede dañarme, soy yo mismo. El enemigo interior al que hay que derrotar, el que tira para abajo el que trata de dejarse seducir por la vulgaridad, la codicia, la ambición, entonces si tengo claro cual es mi frente de batalla nada malo puede pasar. No tengo nada que temer. No hay ninguna cantidad de palabras o acciones ajenas que hagan cambiar mis decisiones a menos que sea yo quien quiera cambiarlas, no podrán hacerme feliz ni infeliz, sólo yo puedo. Estamos muy influidos por el mercado del romanticismo berreta, de las relaciones truchas, irreales, actuadas, cargamos con el bagaje de lo que hay que hacer, decir y sentir para cada ocasión. Las relaciones irreales no pueden sino ser eso, como que son relaciones entre personas irreales. Enajenadas. Que creen ser pararrayos de la libertad y el libre pensamiento, y tienen todo un repertorio aprendido de memoria, incorporado y listo para ser puesto en marcha cuando llegue la ocasión. El infierno no son los otros, como decía Sartre, no señor,  eso se parece mucho a la proyección, que en sicología es cuando uno no quiere hacerse cargo de algún rasgo o disposición o inclinación propia y lo que hace es verlo y criticarlo en los  demás.El infierno igual que el cielo, el destino, el lugar en el mundo, el amor de mi vida todo está dentro de uno desde el mismo momento de nacer a la conciencia. Nuestro infierno es in-disimulable está ahí hecho de avidez, avaricia, envidia pero como son muy impopulares uno no acepta concientemente que los tiene, y como hay que ponerlos en alguna parte se los endilgamos a los otros. 
Onshaw (de quién nunca conocemos su nombre de pila) como debe ser finalmente es abandonado por todos. Tiene que enfrentar los problemas que el mismo se ha buscado, hacer su propia guerra que es nada menos que contra EL Poder. En la escena siguiente al castigo físico que les dá Dix el profesor de Latín a Onshaw y a Dani por no haber preparado la lección y cuando ellos están saliendo de la oficina ya golpeados (Dani humillado y dolorido, llorando)  se encuentran con Melody que espera en el pasillo, sin decir nada. En ese momento se define la encrucijada. Dani el niño-Dani hombre-Dani amigo , Onshaw amigo de Dani, Melody niña-Melody mujer.
Dani elije correr de la mano de Melody dejando a su amigo atrás con apenas alguna mirada que intenta una explicación o menos que eso una mirada que muestra la propia incertidumbre. No complicidad como se esperaría de varones un poco mas grandes o como ahora un poco más creídos. Onshaw en tanto se queda llamándolo a que vuelva, su amigo ha dado una vuelta en el camino de la que no se vuelve jamás. En el final de la película Stand by me (River Phoenix preadolescente sobre un libro de Sthepen King The Body) lo dice bastante lindo “…Nunca volví a tener amigos como los de los doce años. Acaso ¿ Alguien los tiene?”
Todos los Onshaw del mundo van a ser abandonados por alguien o por todos en algún momento. Todos los Dani del mundo se irán de la mano de la que creen mujer de su vida en algún momento. Así es el basto mundo. Los Dani y las Melody corren de la mano abrazando una pompa de jabón. Grandes o pequeños. Pobres o  ricos. Jóvenes o maduros. Inocentes o desesperados, todos van igual abrazan su ilusión y se largan a vlvir de a dos como si su pompa de jabón los fuera a proteger de todo.
La buena noticia es que no hay nada que temer. La mala es que venimos a hacer un viaje individual.
Pero está muy bien, así está ordenado el basto, basto mundo.
En cuanto a los Onshaw  tampoco pueden quejarse tanto, y  en tal caso no hay registros de alguno que por mucho quejarse haya conseguido que su queja le importe a alguien.
Onshaw,- me dirán- también tiene lo suyo, después de todo el encanto de los rebeldes es muy atractivo. El sistema todo lo deglute, todo lo digiere, se lo come todo. Al más rebelde anti-sitema lo pone a hacer publicidad de motos Harley Davidson, con pelo largo y brillante auspiciado por P&G.
Yo era muy chiquito pero a principios de los años ’80 existió algo que se llamó el “Punk” un movimiento anti-cultura anti sistema, anti-todo y con una estética bastante desagradable y chocante con alfileres y hojas de afeitar en las orejas, pelos parados y música estridente.  Lo sorprendente fue la respuesta que el sistema le dio al Punk. Cuando en otros tiempos se mandaba a la hoguera los disidentes y herejes, el capitalismo occidental los maquilló les gravó sus discos, inventó productos capilares para los pelos de colores, ropas de cuero, lugares de encuentro y todo lo puso a la venta. Hoy no queda un solo Punk. Los de antes están obesos, aburridos y satisfechos viendo cómodamente la TV.
 Sospecho que algo de eso hay cuando veo en la vidriera de Levis la gorrita con la estrella como la que usaba el Che.
Los Dani del mundo se casarán y tendrán hijos con Melody (o con otra no importa), Onshaw en tanto quizá conquiste sin proponérselo demasiado a muchas mujeres con su aire desgarbado y nostálgico, por ahí le aparecen algunos hijos a los que él no va a educar como es debido.

Unos son protagonistas de la boda. Otros sacamos las fotos. Ponemos la música… 

Un golpe de suerte.

“Vivimos esperando nuestro dia de suerte como el campesino espera la lluvia. Pero al final del dia resulta que la suerte (buena), sirvio solo para que nos toque la fila mas rapida en las cajas del supermercado. Mientras la otra, la mala, la desgracia es que nos haya tocado el sistema social mas injusto de la historia.
Si en vez de, a la suerte, apelamos al cielo la cosa no es muy diferente, Dios nos ha soltado la mano.  Hace mas de mil años que no atiende las plegarias.


Pobres ultimos orejones del tarro, hijos de juanperez, del culo del mundo, medio negritos, medio incultos, medio pecadores.”                 alejandro ovejero 11Agosto2013 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La virgen que llora.


Ahora está de moda que las imágenes religiosas especialmente las imágenes de la virgen “lloren sangre”. Acto seguido hay congregaciones de señoras bien intencionadas que se postran a rezarles ( a las imágenes lloronas).
No es que dude de la veracidad del hecho, quizá no haya intervención humana  y la imagen realmente gotee algo. Pero de ahí a nombrarlas como “vírgenes milagrosas”,  Hay una gran distancia.
 Milagro sería que la virgen se ocupe de los que sufren, de los que padecen violencia e injusticias, que multiplique los panes, que le de comida y salud a los animales que andan abandonados por la calle.
Eso sería digno de una divinidad milagrosa. Y entonces si la reconocería como tal.
Mientras tanto no pasa de ser un hecho curioso, hay paredes y árboles que también gotean por distintos motivos.

 Y lo milagroso sería también que tanta gente con buenas intensiones en lugar de arrodillarse ante una imagen se ponga a hacer algo, lo que pueda, para que la Vida de los otros no sea tan dura.    Alejandro ovejero 18 Diciembre 2012 

Sin esperanza ni consuelo.


Hace unos días fue el cumpleaños de Eduardo Galeano, y muchos amigos pusieron en facebook frases y fotos suyas a modo de homenaje. Me gusta mucho leer a Galeano, me gusta sobre todo que al final del camino de desolación en que transcurre nuestra historia y que tan bien describe, siempre encuentra por donde dejar colarse una pequeñita esperanza. La esperanza en lo humano. Una resolución un tanto ingenua para los más cínicos. La ingenuidad cercana al heroísmo como la de los músicos del Titanic, tocando a toda orquesta mientras hacían agua.
“Los famas son buenos y las esperanzas bobas”  dice Cortazar en Historias de Cronopios y de Famas, y yo siempre me pregunte si es totalmente metafórico. Porque a decir verdad ¿Hay algo mas bobo que la esperanza?
Yo ya no creo en esa mágica reunión de la humanidad con el todo, ni siquiera en la revolución, ni que lleguemos a darnos un orden más justo.
Veo al ser humano moderno no muy lejos del ganado. Y creo que se cumplieron sobradamente las profecías anticipadas por la literatura fantástica de todos los tiempos, desde la Biblia, hasta Orwell . No esta por venir. Ya esta acá.
No se trata de robots corriendo con látigos a los seres humanos que trabajan para ellos.
Es más sutil, el hombre de hoy corre solito y más o menos contento hacia su destino ( ¿Predestinado? ). Las maquinas todo lo gobiernan, todo lo digieren y a la vez son el objeto  de deseo mas poderoso para el pobre hombre. Objetos inertes gobiernan intelectual y emocionalmente a lo vivo.
Pobre, pobre hombre (y mujer) de hoy. Pobres. Condenados a repetirse hasta el hartazgo. Día tras día de repeticiones cada vez más automáticas. Condenado a desperdiciar la única oportunidad de vivirse.
Prisioneros de un sistema que lo abarca todo y cierra por todos sus lados, menos uno. “Esclavos de necesidades que ellos mismos se inventan” -dice Dostoievsky.
Nos ha ganado. El sistema capitalista no tiene rivales. Marx creía que del capitalismo y sus vicios iba a surgir la clase proletaria que se impondría para terminarlo. No sucedió. Factores tanto humanos como técnicos a mi forma de ver lo impiden. El egoísmo, la ambición, la avaricia, el odio,  como aspectos sicológicos del hombre que condicionan sus actividades sociales, y por otro lado la cada vez mayor tecnologizacion y eficiencia de las maquinarias que permitieron desplazar al proletariado del papel principal que tenia en la primer revolución industrial. Cuando a mediados del siglo XX todavía esa tecnologizacion no se había alcanzado pero el capitalismo necesitaba bajar costos de la mano de obra saco al ruedo a la mujer para competir por el mercado laboral.  Y esto se vivió como un logro de los tiempos modernos,  resultado de lo cual cincuenta o sesenta años después no alcanzan los ingresos generados por hombre y mujer de la casa, para mantener el hogar cosa que antes hacia el hombre con su trabajo.
Pobre pobre. Su destino escrito y sellado no esta muy lejos del destino del ganado de consumo. Y cada uno se cree libre y soberano y que elije algo.
El capitalismo es como una víbora gigante que se esta devorando su propia cola, es autodestructivo en la medida que crea individuos enajenados e infelices, adictos a cualquier atracción que les haga olvidar su vacío. Los mas pobres del planeta todavía creemos que cuando lleguemos a tenerlo todo, entonces si seremos felices y podremos empezar a vivir, los otros (los de los países ricos) que ya se dieron las panzadas de consumismo, ya saben que siguen igual de vacíos y sinsentido.
Todos tienen que participar, muchos tienen que perder, para que haya unos pocos que se llamen ganadores. Hasta los excluidos son parte del balance del sistema, a no creer que no. Eso es el capitalismo.
Pero no solo de lastima por el pobre hombre al que le toca sobrellevarse en esta época tan insana, esta hecha mi falta de esperanza. También de enojo. Con el mismo sujeto histórico que ha decidido quedarse para siempre en la infancia, en la irresponsabilidad, en la tilingueria del asombro por cada juguete que no le resuelve nada, sino que viene a apoderarse de su tiempo, del poco tiempo libre que le deja la carrera enloquecida para hacerse de los recursos que le permitan comprar mas juguetes. Lo inerte dictando el ritmo a lo vivo, esa es la conclusión.
“No te regalan un reloj, tu eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj” –dice Cortazar.
Maravilloso. 
La palabra “ofrecen” le da la dimensión al texto. 
Se ofrecen los sacrificios.
 No esta muy lejos del destino del ganado, el destino de esta pobre humanidad.

 alejandro ovejero - Septiembre 2013 

lunes, 16 de septiembre de 2013

El gusto por lo artificial



Por mi trabajo voy casi todos los días a un local comercial en el centro de Morón. Pasa que en este lugar apenas entrado el verano me atacan con el aire acondicionado a diez y ocho o diez y siete grados, esto  no tendría nada de extraordinario, sucede en la mayoría de los locales, también en oficinas y hasta en algunas casas. Lo asombroso es que ni bien comienzan los primeros fríos por estos días, ya están otra vez con el aire acondicionado a tope pero esta vez a veinticinco o veintiséis grados.
La evolución del lenguaje representa en parte a los cambios en las costumbres. Ya casi nadie dice “es natural” o “naturalmente” como se decía tiempo atrás y que servia como respaldo de algo por el simple sentido común (también bastante venido a menos).
Naturalmente, nadie dice “naturalmente” porque la naturaleza les aterra.
Corre por ahí en Internet un video donde hablan sobre los dueños de facebook, esas cosas que nunca sabremos hasta donde son ciertas, uno de ellos (de los dueños) seria su creador  digamos el nerd con todo respeto, otro un representante de la CIA y el tercero un empresario yanqui de esos que tienen mucha pero mucha acumulación, y cuyo sueño es la instalación de un mundo virtual, donde nada quede de lo natural.
Eso si es para aterrorizarse. Estamos en el camino, pero falta. Antes habrán de resolverse algunos inconvenientes.
El primero que se me ocurre es lo fisico. No somos Ángeles. Y hasta donde yo se por mas virtual que sea la vida, tenemos que seguir comiendo, el sexo virtual se perfeccionaría, en eso están trabajan todos los días, y ¿Como decirlo?  Tenemos que seguir yendo al baño. Los vestigios de nuestra animalidad.
Habrá que disponer los mecanismos para que el alimento llegue y los desperdicios se vayan (hasta y desde) la silla frente a la pantalla donde el ser humano exista. Inconvenientes menores del tipo de los que nos gusta decir ¿No podría hacerlo otro?
Y quizá también este en los planes de estos señores amos del mundo, que los subdesarrollados del sur se ocupen de sus desperdicios.
¿Y acaso quedaría alguien que eligiera la incertidumbre de la naturaleza? ¿Pasar frío o calor, embarrarse, mojarse hasta el alma por un chaparrón inesperado?  Alguien dejaría la comodidad de la teta virtual?  Para nada, desde Descartes para acá la naturaleza es un enemigo poderoso al que hay que dominar o en su defecto destruir. (En caso de dudas darse una vuelta por el entorno natural más cercano.)
Tienen miedo a la naturaleza, porque es la tierra, el viento, el universo inmanejable, donde el poderoso ser humano no es mas que la llama de un fósforo en la noche eterna, la tierra es vida pero también es la muerte, esa que nos espera limándose las uñas sin apuro. La tierra es gusanos, escarabajos, hongos y larvas antropófagos todos ellos. Y no hay mundo virtual que lo pueda evitar, no hay software que te pueda dar mas vidas, ni quien pueda morirse en lugar de otro.
Basta con verlos colgados de sus celulares sonriendo como sonríen todos al recibir un mensaje, teniendo una y otra vez las mismas conversaciones vacias que tienen todos. Cualquiera diría que nadie esta en el lugar donde quiere estar, pero tranquilos ¡Tenemos celulares!  
Mientras tanto la vida esta en otra parte.
¿Alguien elegiría la incertidumbre de lo natural y/o humano?
Otro ejemplo para abundar, es la multitud de personas que creen lo que les dice la televisión, en lugar de darse un chapuzón de realidad, que no cuesta nada. 
Todos sabemos que no es el objetivo de los programas de TV que las personas piensen libremente, razonen con equilibrio o elaboren su propio criterio. Por lejos es todo lo contrario.
Por eso no estaria nada mal de una buena vez, aprender a ponerle OFF a todo, incluso a esto.____________

 alejandro ovejero Julio 2013