miércoles, 27 de septiembre de 2023

Entretenerse hasta morir.

Tuve un sueño horrible. Soñé que éramos nada. Que al rato volveríamos a la nada más grande y  de lo que hicimos, lo que esperamos y soñamos, lo que nos preocupo, lo que amamos o dijimos amar, quedaria nada. Y después de un corto tiempo nadie se acordaría de nosotros. 

Por suerte desperté al mundo real donde está la pareja, el trabajo, las compras, el fútbol, el romanticismo, San Valentín, las redes sociales, la política, Dios y todas esas maravillas que rellenan los vacíos oscuros del almohadón de la existencia. 

Hay que llenar me-ti-cu-lo-sa-mente cada hueco y cada grieta no sea que desde algún rincón la Nada misma te salte al cuello en cualquier momento y te acogote.

Rellenemos. Dale con la goma espuma.

Elogio del ocio



No es que detestes los lunes, ni que te encanten los viernes. Odiamos el capitalismo, hay que decirlo. 

¿Que es eso de amar el trabajo? Eso es una perversión del amor, una tara mental impuesta socialmente, si pudiéramos volver cincuenta años atrás y preguntarle a nuestros ancestros si amaban su trabajo se nos morirían de risa. El amor está para otras cosas. Si amamos nuestro trabajo, lo laboral se hace personal y asi toda nuestra existencia queda sometida a la logica del rendimiento y el beneficio.

El capitalismo, se apropia de todos los recursos, en última instancia de nuestras energías y de nuestra vida misma;  considerandola una forma de capital. 

Todos tenemos que inventarnos nuestro propio trabajo, autoexplotarnos a nuestro propio riesgo, y tenemos que amar esa forma de vivir, se traslada el modo empresa a todos los ámbitos de nuestra vida, el emprendedor-ismo, el sueño mágico de crear una multinacional desde una cochera, con el propio esfuerzo y el pensamiento positivo, es defendido aún por los más desamparados en la escala económica. 

El sistema responsabiliza al individuo de todo lo que le pasa, arrojándolo a la angustia, el miedo y la depresión.

La única alternativa que se me ocurre es cambiar el paradigma de riqueza. 

Dentro del capitalismo la riqueza se mide en términos de acumular y consumir.

En un paradigma alternativo ser rico es  necesitar poco, poseer lo necesario, disfrutar del ocio, la lentitud y sobre todo de la libertad y el  tiempo.


¿Cuál es el apremio, la prisa, el afán, el apuro, la urgencia? 

Allá en el fondo, está la muerte.

Alejandro Ovejero |26 Sept. 2023

Sobre la naturaleza del poder


Esta madrugada tuve un sueño interesante iba caminando por una vereda poniéndome una camisa celeste a cuadros tipo leñadora (tengo una parecida pero no era esa exactamente ) y de golpe mientras caminaba empezaba a crecer, en altura. Y no que llegaba a un metro noventa como ya quisieras, sino que veía los postes y los cables a la altura de mi cabeza, calculo unos cuatro a cinco metros. 
 Y ¿saben qué? empezaba a sentirse súper. Tenía que hacer una o dos cuadras pero de pronto sentía ganas de caminar hasta el fin del mundo. No decía nada. No pensaba nada, pero en ese momento sonó una voz como la gallega del GPS y me preguntó ¿Los someteriais? Así en gallego( y con la conjugación incorrecta del verbo en la  pregunta que sería para un vosotros.)
Y mi respuesta fue inmediata y sin duda
También con acento gallego: ¡Pues claro que los someteria! 
La naturaleza del poder es así, sí lo tengo lo uso y si no puedo abusar del poder ¿para qué tenerlo? Foucault habla de esto y muchos dicen bueno pero Foucault analiza el poder desde su condición desde una minoría estigmatizada (era homosexual murió en los 80) pero acaso hoy día alguno de nosotros ¿podría hablar desde otro lugar? Hoy somos la mayoría estigmatizada, sometida, esclavizada, somos todos sospechosos de no se sabe bien que transgresión y estamos bajo vigilancia todo el tiempo. Acaso uno solo de nosotros no someteria al resto si un día tuviera el poder. Esa es la pregunta y por ahí por eso el error gramatical del sueño:
¿Vosotros los someteriais?