La sota mostró los pies

Que difícil se hace pensar en este tiempo.

Pero si renunciamos a pensar pueden suceder situaciones como la que voy a comentar y que otros piensen y hagan por nosotros. 

Ayer miraba un canal internacional de noticias tratando el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania, de repente aparece un apartado desde Argentina, reacciones a la guerra dice el presentador en Córdoba una ciudad de ese país (Argentina ya había dicho) una heladería ha dejado de ofrecer el gusto "crema rusa" como repudio a Putin y a la invasión a Ucrania.

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¿Que decir? Vergüenza ajena, yo también nací en "ese país'. Pero vergüenza de verdad y no son solo los cordobeses ni los argentinos, hay una pereza intelectual en el mundo, una falta de compromiso con -no digamos ya con la verdad, sino tan siquiera con la razon o el entendimiento.

La primer apreciación puede ser que nadie dejo de comer crema americana, ni dejo de ir a los MC Donalds, cuando Estados Unidos invadió Irak, Afganistán, Panamá o cuando bombardea Siria, o bloquea a Cuba, o amenaza a Venezuela, tampoco cuando la Otan invadió Libia y mato a su presidente.

No, ninguna heladería hizo campaña contra de brutalidad de los marines, ni un solo diputado se puso una banderita de Palestina nunca, jamás. 

Entonces tengo que sacar la conclusión que alguien más piensa por esa gente y les inocula de alguna forma (?) las reacciones predigeridas a gusto y necesidad del poder.

Lo cierto es que con todo lo trágico que tiene la guerra, digamos que el mundo ha estado en guerra siempre, hay poderosos intereses que así lo quieren, (los que las financian, los que fabrican y venden armas). Esta guerra en particular es parte escénica de la tercera guerra mundial que ya comenzó hace varios años en un formato no del todo convencional, ya que se venía dando como una guerra comercial de  Estados Unidos contra China,  con el trasfondo de intereses económicos (cómo toda guerra) donde el imperio Estados Unidos esta en decadencia y el poder económico migra a oriente China, Rusia e India. (Aquellos con los que una vez dijimos que teníamos que aliarnos cuando era el momento -que ya no es ahora-, eran tiempos de los BRICS.)

La caída del imperio USA ya ocurrió, Estados Unidos no produce nada, solo armas y dólares, esos dos pilares sostienen su presente con pretensiones imperiales. Tanto queda en evidencia el fundamentalismo económico-mercantil de está contienda que occidente sancionan económicamente a Rusia, pero también a China y ahora para abundar sanciona a India porque una vez, le vendió un repuesto para un tanque a Rusia. Son muy obvios, el poder es así, cuando dice algo es exactamente como el dice, ni un poco más ni tantito menos.

Más aya de está lectura política, queda una más que me gustaría hacer. Si se quiere una mirada filosófica.

El pacifismo y la no violencia son abstracciónes que en este mundo solo habitan en las mentes inocentes de "la gente" a la que le hablan los medios de comunicación dominantes.

Todos querríamos vivir en la tierra de la paz y el amor, pero si eso existe debe ser en un universo paralelo, aquí todo es violento comer lo más básico de todos los días, es violento, tomamos la energía por la fuerza de otro organismo que también la necesitaba para seguir viviendo. Todas las guerras y violencia fueron justificados por los ganadores en todos los tiempos, la justificación es un acto de poder. La frase "nada justifica la violencia" es una amenaza sutil lanzada a las masas, una  programacion mental, para que a nadie se le ocurra hacer uso de sus instintos agresivos de autodefensa y supervivencia, ante el atropello de los depredadores.

Ya lo hemos dicho otras veces, no responder a la violencia también puede generar más violencia, ya que no presentar una oposición tan firme como sea necesario a un abuso, solo sirve para perpetuar el sometimiento. 

El siglo XXI necesita pensarse, tenemos que aprovechar cada oportunidad cada tema cada crisis, para buscar el fondo de las cosas, buscar alguna verdad,  dejar de lado la pavada que nos idiotiza. Tenemos más medios que nuestros abuelos sin embargo somos una sociedad de hombres (y mujeres) más infantil que la de hace cien años.

Una sociedad  enferma con lindas fotos para mostrarnos.